jueves, 13 de junio de 2013
Primero el Rey.
En la antigua Inglaterra la gente no podía tener sexo sin contar
con el consentimiento del Rey (a menos que se tratara de un miembro de
la familia real). Cuando la gente quería tener un hijo debían solicitar
un permiso al monarca, quien les entregaba una placa que debían colgar
afuera de su puerta mientras tenían relaciones. La placa decía
“Fornication Under Consent of the King” (F.U.C.K.). Ese es el origen de
tan famosa palabrita."
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